lunes, 20 de abril de 2009

¿Qué pasa conmigo?

El día de hoy fuiste el causante de los sentimientos encontrados que traigo en mi corazón, sentí una emoción indescriptible al saber que necesitabas de mi, cuando sonó el teléfono y con voz dolorosa me dijiste: “Hola Corazón, sé que te dije que me sentía mal, pero ¿puedes venir un ratito?”, sin embargo, verte tan vulnerable, y permitir que te viera así, me dobló el alma.

Después de una semana sin saber de ti, el día de ayer me avisaste por teléfono que estabas en el hospital, que la intención principal por la cual me informabas era para que yo no me enojara, porque “luego no avisas”. También me contaste que te habías roto la patita y estabas recién operado, por “si quería irte a ver”. Lamentablemente, no podía correr al pié de tu cama, porque estaba fuera de la ciudad en un evento social, aunque ganas no me faltaban para ir a tu lado.

Hoy tenía muchas ganas de estar contigo, de papacharte, y cuando te llamé, me dijiste que preferías otro día, ya que el dolor era insoportable y no querías que te viera así. No obstante, a la hora me llamaste para que fuera contigo, no puedo negar que me hiciste sonreír.

Estar a tu lado, cuidarte un ratito, papacharte, tener tus manos entre las mías, platicar, contarme con lujo de detalle cómo te rompiste la patita, pero sobre todo que te sintieras cómodo pidiéndome que estuviera ahí, me desarmó. Siempre que estamos juntos, reconozco el cariño en tus besos, aunque trato de proteger mi corazón. Los años que tenemos de historia, me han hecho tratar de cuidarme cada vez un poquito más.

Aún cuando tu docilidad que devienen de tu estado físico me desarmó, si pudiera asemejar mi corazón a una cebolla, creo que podría decirse que aún quedaban unas dos capas, las cuales cayeron conforme el dolor de tu pie iba en aumento.

Traté de ayudarte en lo que podía, sostener tu mano cuando el dolor aumentaba, pero me sentía tan impotente de no tener el remedio mágico que te quitara ese dolor que hacía que tu frente se cubriera por perlas de sudor y tus ojos se llenaran de lágrimas. Te medicamos lo más pronto posible y estuve ahí hasta que el dolor disminuyó lo suficiente como para poder dejarte solo.

Creí que tenía dominadas mis emociones hacia ti, sin embargo hoy al verte así no pude más, tuve que aceptar con lágrimas en los ojos que mis sentimientos por ti siguen tan vivos y tan fuertes.

Por más que duela, sé que durante tu convalecencia estaré ahí, contigo, aún cuando vuelva a ocurrir lo que suele suceder, que cuando la salud regrese a tu cuerpo, también la coraza que hay en tu corazón, que por mucho que el día de hoy me permitas verte tan vulnerable y te dejes cuidar, cuando ya no necesites más de mis cuidados, se cerrará este ciclo y te volverás a alejar de mi.

Por Dios, ¿qué pasa conmigo?, aún cuando sé como acaba esta película, ¿tengo el cinismo de volver a soportar ese dolor que me causa tu lejanía una vez más? ¿O será la esperanza, esa que me hace mantener la ilusión de que esta vez si te quedarás a mi lado?

3 comentarios:

Rafael Merino Isunza dijo...

...pues sí, así es...

Princess dijo...

La muerte de amor es vida y la vida sin amor es muerte.... nada más que tu ya pareces gato mi estimada caperuza, ya vamos por la novena vida y nomás no logramos nada jajaja

Me alegra que aún tengas la capaciad de amar con tanta intensidad, con tanta ternura, con tanta sinceridad... (las capas de cebolla son sólo pa espantar al enemigo, pues al final tampoco nos protegen del dolor de no ser correspondidos)

No importa lo que pase mañana, hoy date chance de sentir. (si mañana las cosas no sale como quisieras, siempre tendras a esta Princess pa parrandear agusto y cantar canciones de Paquita, la Dalessio y Amanda Miguel)

La kiwi fonema dijo...

sabes caperuza? antes a mi me daba por la intenseada. pero ahora leo tu post y veo que, al final del dia, no importa tanto si se va o se queda. ya tuviste sus manos entre las tuyas, ya lo cuidaste, ya le diste besitos y sentiste en ese very moment que a lo mejor si. la verdad es que al final del dia, con certezas o sin ellas, lo unico que nos queda cuando todo termina es eso: lo que pudimos sentir. ademas, la vida tiene sus propias regulaciones y uno, por mas que se haga las ilusiones, no define cuando empiezan las cosas ni cuando se terminan. o, como dicen mis alumnos: fluye. y, como decia mi ex: la hierba que esta pa ti no hay chivo que te la coma. de la misma manera que tu no puedes evitar sentir lo que sientes por el, el tampoco puede evitar sentir lo que siente por ti. si en una de esas coinciden, seguro que no se tardan en llegar. y si no... EQUIS!
jajajaja
abrazotes, eres una reina