miércoles, 20 de mayo de 2009

Dejar de buscarle chichis a las hormigas...

Hoy he tomado una resolución, que aunque me duela, creo que servirá a mi salud física y mental. Sé que voy a recaer, soy débil ante esas palabras, ante ese beso, ante esa caricia, pero creo que una vez sabiendo el camino, es más fácil levantarse y seguir.

Cada vez que me lo he propuesto, y trato de evitarte a toda costa, tú vuelves a buscarme.  Y debo reconocer que lo que tú me ofreces en algún momento era suficiente para mi, sin embargo, cuando la diversión se aleja y en su lugar queda la ansiedad, ya no es tan bueno.

Llevo dos días enferma, la energía de mi cuerpo parece que se hubiera extinguido, y en mi mente sólo te tengo a ti, y esa opresión en mi corazón porque hoy no sé si quieras estar conmigo. Perdón, pensé que podía, pero ya no creo ser capaz de soportar esto que sólo me desgasta.

No te culpo de mi estado físico ni anímico, para nada, de esto yo soy la única responsable, pero pienso que es momento oportuno para despedirme. Ya me harté de azotarme dos semanas y a la tercera tú regreses como si nada hubiera sucedido, para volver a empezar este ciclo que cada día me desgasta más.

No puedo negar que me emocionó mucho que me necesitaras por algún tiempo, que requirieras mi presencia para sentirte un poquito aliviado, sin embargo, sucedió lo que me temía... Con la salud de tu pié, regresa esa coraza cada vez más fuerte, que sólo con tocarla quema la piel y las esperanzas.

Hoy lo reconozco, mi cariño no es suficiente para los dos, mis castillos los he construido únicamente de ilusiones, y ya no quiero vivir de ilusiones, esas sólo se comen mi energía y me dejan como después de haber peleado diez rounds.

Sé que no existe fórmula mágica para que tú me quieras, y ya agoté mis esperanzas de que un día ocurra. No sé si vuelva a verte o no, eso ya dejó de tener importancia, creo que una vez más dejé de ser importante para ti.

No me imagino ser lo suficientemente capaz de vivir esta historia una vez más, por tanto hoy te dejo libre, te dejo ir de mi corazón, dejo de buscarle chichis a las hormigas y me dejo de azotar. Por eso hoy te digo adiós.

5 comentarios:

Rafael Merino Isunza dijo...

Más vale tirar la toalla a tiempo que querer aguantar los doce rounds por pura necedad; justo en lo último de la pelea, cuando ya se está agotado, es cuando se reciben los golpes que dejan más secuelas.

Así que: ¡toalla, tira la toalla!

Caperucita dijo...

Rafita, tienes los dedos atascados de razón...

Y la toalla, esa ya la tiré, ja!

Anónimo dijo...

Que verdad más cierta, recuerda que cuando el amor es sufrimiento, todo se acabo.

Anónimo dijo...

uy, iba a comentar algo pero el anónimo no deja lugar a nada más:

cuando el amor es sufrimiento todo se acabó.

y es que el amor es para compartir lo bueno y para enfrentar lo malo, pero cuando el amor en sí es uno más de tus problemas, pues no, ya no.

pero qué difícil es, como diría la filósofa

Anónimo dijo...

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- Norman