viernes, 5 de junio de 2009

Novedades en el frente...

Con la novedad que Mr. Bear me la volvió a aplicar, o más bien, yo permití que me la volviera a aplicar, recapitulemos, hace dos añitos se partió la mandarina en gajos en su auto, estuve con él durante su convalecencia, para que mes y medio después, el individuo se consiguiera novia, que lejanamente era la Caperuza. Pues esto de los ciclos es muy cierto, ya que se volvió a partir la mandarina en gajos (o la pata en cachitos), estuve como idiota a su lado durante su convalecencia, y ya tiene novia.

Similitudes entre una y otra ocasión tenemos varias: (i) Volvió a tener la nula delicadeza de avisarme algo como: Caperuza, la neta tengo vieja. (ii) Me volvió a partir el queso, aunque creo que en esta ocasión ya no fue tan devastador el golpe, al menos no duré tanto tiempo en coma emocional. (iii) Me encuentro en la firme propuesta de no volver a tener ni un mínimo contacto con él. Dentro de las diferencias podemos encontrar: (i) Que en esta segunda ocasión, empezó a salir con la gurrumina antes de que fuera dado de alta de su convalecencia y, (ii) no se trata de la misma mozuela por la cual me botó la primera vez.

Da igual, el punto importante es que pude constatar esto de que lo que no es pa’ ti, aunque te pongas, que el cariño de uno sólo no es suficiente pa’ que el otro también quiera querer y lo más importante: yo soy la única responsable de permitir que una persona que me hubiere lastimado en el pasado, tenga la puntada de volverme a lastimar.

Esto de que los seres humanos somos los únicos que tropezamos dos veces con la misma piedra, pues la neta es tan cierto, que mi intención no estriba en no querer volver a tropezar, sino que al menos cambie a la piedra, no por otra cosa, sino para que no me aburra y darle variedad al asunto.

Dentro de todo, las novedades “buenas” son que el General reapareció, al menos por un fin de semana, lo disfruté, me sirvió, me recordó lo lindo que es ser tratada como una princesa. Posiblemente su función es esa, hacerme sentir como princesa.

Me queda bien claro que dolores como estos me faltan muchos por vivir, pero mientras, me voy al exilio con una que otra botellita como aliciente a la Feria del Vino; como dice mi papá, Don Mike, palabras más, palabras menos: sólo voy a sufrir … las crudas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pos más bien yo ya compadezco al Mr. Bear.
Cuando alguien te decepciona está pidiendo amor a gritos. Ahora imagínate qué mal se ha de querer Mr. Bear, donde siempre se anda partiendo la madre.
Pero bueno, pos tú nomás quítate. Ahí se acaba el ciclo y verás que ya no vuelve.
Ora sí, déjalo que suba, pero ya no lo agarres bajando, porque ya se le hizo deporte eso de autopartirse la madre y luego esperar que tú le sobes. Ahí tú sabrás, pero si te vas a meter a enfermera, por lo menos vente a Australia: tienen prioridad para obtener la residencia y ganan mucho mejor que en México, for sure.
Besus.

Rafael Merino Isunza dijo...

Caperuza mientras usted se encuentre tranquila, la decisión y el camino que la lleve a ello es intrascendente. No importa si hubo o no razón para ello. No importa si el contexto estaba contaminado por tus expectativas; es lo de menos, estuviste ahí y ahora ya no. Sólo queda fluir…

morgana dijo...

hay!!!!!!!!!!!!!!
solo pasaba curioseando...
y pues... me ha llegado 'personalmente hablando' el post... pues es q es asi... como dices solo nosostros los humanos tropezamos 2 (o mas veces) con la misma piedra... y solo nosotras! las mujeres lo hacemos tan seguido... como si la primera vez no nos hubiera lastimado lo suficiente...

buen post!
saludos